Nicolas, Grasiela y Leo. ¡Los primeros!
Salvador de Bahia - Brasil- 4 febrero, 2016
- América, Brasil, couchsurfing, Vuelta al Mundo
- Posted by Candela
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En nuestra primera parada, Salvador de Bahía, la familia de Nicolas, Grasiela y Leo nos abrieron sus puertas para hacernos sentir parte de la casa desde el primer instante.
Un verdadero lujo para estrenarse en Couchsurfing. Nicolas es un francés ingeniero de cosas pequeñas que en busca de desarrollo profesional en Brasil acabó enamorándose de esta tierra y de Grasiela, una baiana auténtica a la que conoció, cómo no, comiendo acarajé durante el carnaval de Salvador. Siempre a mano para dar una recomendación o tomar una cerveza, este afable bretón va saludando a los vendedores ambulantes como si fueran familia por las calles de su barrio. Y cuando menos te lo esperas, comienza a tocar la guitarra o te deleita por la mañana con una pieza musical al piano. Así da gusto comenzar el día.
Grasiela ahora es una mamá. 24 horas al día, «de las buenas». Se pasa las horas cantando y bailando con su niño y dejándolo que experimente con todo lo que encuentra: tuppers de plástico, galletas, instrumentos musicales improvisados… Ahora su banda sonora son los Teletubbies y Peppa Pig (da igual en qué parte del mundo estemos, los dibujos infantiles nos persiguen). Pero sobre todo Grasiela es ARTISTA, sí, con mayúsculas. Desde que cruzamos la puerta de su casa decenas de cuadros, cerámicas y collages nos reciben mostrándonos muchos trocitos de ella. Con cada elemento descubres una experiencia vital de su vida: enamorada, feliz, embarazada del pequeño Leo. Ahora no le llega la inspiración porque no «le da la vida», pero estamos seguros de que cuando su menino vaya al cole y vuelva a tener tiempo, va a resurgir con todo su potencial.

Leo ahora es el centro de la casa. Canciones infantiles, dibujos animados, risas y llantos en menos de un minuto. Hijo de ingeniero y artista, no podía llamarse de otra forma: Leonardo. Aún no habla pero cuando lo haga lo hará en portugués y francés, y no va a callar. Este niño promete, ¡seguro!
Han sido unos días muy especiales en esta casa franco – brasileña. Aquí lo mismo se desayunan crêpes que se prepara una Feijoada para homenajear a la orixa Yemanjá… A ratitos se escuchan amorosos «cherie» mientras supone una aventura interpretar en qué idioma está intentando decir sus primeras palabras el peque de la casa.
Nos han tratado genial. No solo porque nos han dejado una habitación y un baño para nosotros (¡nivelito!), sino porque desde que cruzamos la puerta de su casa en ningún momento nos hemos sentido extraños invadiendo su espacio, todo lo contrario, nos sentíamos esos amigos que vienen de fuera a visitar unos días. Por unos días nos hemos sentido menos turistas y más parte de la ciudad, ¡no todos los días sale uno a celebrar que han inaugurado la plaza y el paseo peatonal del barrio!
Esto del Couchsurfing nos va enganchando, si esto sigue así, este año promete 🙂
4 Comments
Qué gran comienzo… algunos estábamos más nerviosos esperando el inicio del viaje que vosotros mismos ;¬D
¡Que tengáis viento de popa, guapos!
¡Gracias Tripu! ¡Un abrazo desde Paraty, aún en Brasil!