Hoi An, un amor de ciudad
La ciudad donde el amor se quedó encerrado entre lámparas de papel- 6 septiembre, 2016
- Asia, Vietnam, Vuelta al Mundo
- Posted by Candela
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Vaaaaaale… Lo sabemos. No puede sonar más cursi la frase anterior. Pero de verdad que resume en pocas palabras el ambiente que emana esta ciudad.


Os preguntaréis entonces qué hace a Hoi An un sitio tan especial. Se trata de un antiguo puerto comercial que tuvo su máximo esplendor en los siglos XVII y XVIII. Por aquella época pasearon por sus calles comerciantes de medio mundo: japoneses, chinos, tailandeses, franceses, españoles, portugueses… La mitad del año sus calles y casas eran un batiburrillo de culturas e idiomas y las mejores sedas, papeles, cerámicas y especias eran vendidas aquí. Con el tiempo, la población china y japonesa se hizo un hueco en la ciudad construyendo casas para quedarse todo el año y con ello aportando gran parte de la riqueza que muestra Hoi An hoy en día.

Sin embargo, durante el siglo XIX, cambios geopolíticos y geográficos hicieron que los barcos de mayor calado no llegaran hasta aquí y el puerto perdiera importancia comercial (a los sevillanos esto nos suena familiar) quedando parado su desarrollo urbanístico. Por suerte para los que la visitamos hoy las casas más hermosas y emblemáticas siguen en pie ya que al tratarse de una ciudad de control francés no fue bombardeada durante la guerra de Vietnam por los americanos. Así que ese es su secreto, Hoi An es una ciudad que mira a su río y que mantiene casas de influencias francesa, japonesa y china reconvertidas en negocios para el turismo.

De día la ciudad tiene encanto, no hay duda, pero es de noche cuando saca sus mejores galas a relucir. Centro histórico peatonal (¡cómo no!), lámparas de papel que transportan a uno a China cuando las ve -aunque nunca haya estado-, velas en flores de papel que se lanzan al río acompañadas de deseos y muchos puestos callejeros que ofrecen todo lo que se te pueda ocurrir.

Ahora que ves las fotos no te parece tan cursi mi descripción, ¿verdad? Pero no te angusties, esta ciudad es muy pastelosa pero recibe a todo el mundo con los brazos abiertos. Su segundo mayor atractivo (vale, para nosotros el primero), es su comida: platos como el Cao Lau, los Wantons fritos o las White Flowers consiguen que se te haga la boca agua.

Si además quieres experimentar uno de los imprescindibles de Vietnam lo tienes fácil, agarra una bicicleta y pasea por sus alrededores, kilómetros de arrozales esperan a que te pierdas entre ellos (sí, bajo un sol de justicia, para qué negarlo). Si además eres playero, también tienes oportunidad de darte un chapuzón en el mar de China, ¡y eso no pasa todos los días!
Sin duda Hoi An nos ha encantado y es una ciudad que recomendamos visitar. Turística como ella sola ha sabido conservar un puntillo rural y sosegado que se agradece después de visitar las abrumadoras Ho Chi Minh City o Hanoi. ¡Apúntatela!

4 Comments
Qué cosa más bonita y colorida! Deseando ir allí! Uhm quizá para la luna de miel… 🙂
Para nosotros, sin duda, una de nuestras paradas favoritas en Vietnam <3 Ahora que lo dices este año dos amigos han estado allí de luna de miel, Hoi An rezuma amor y los recién casados lo notan, jeje
Your beauty stands out among flowers leading bicycle
Bueno suegri, ¡que me sueltas estos piropos y yo no me entero! El mérito lo tienen el paisaje y el fotógrafo, yo sólo pasaba por allí. ¡Un beso grande!